jueves, 27 de junio de 2013

I grekoa?¿?¿

Proiektu estrategikoa al da benetan?Guar egungo egoera sozio ekonomikoa ikusirik, oraindik estrategikotzat jotzen da propiektua. Nere zalantzak nituen, eta gaur egun oraindik ditut. Ingurumenari, paisaiari eta horretaz gain sozialki zer suposatzen duen AHT erraldoiak... 



miércoles, 19 de junio de 2013

REVolucion

Interesagarria, irakurri!!!

¿Indignado? ¿Agobiado? ¿Harto del consumismo contemporáneo? ¿Frustrado por una vida poco satisfactoria en la que cada vez te sientes más títere y menos persona? Entonces tienes dos salidas. Una es movilizarte, salir a la calle a pegar cuatro gritos o meterte a antisistema. La otra, no excluyente de la primera, es más callada, más fácil y, a la larga, puede que más efectiva. Consiste en llevar a cabo una sencilla actividad subversiva en tu casa: cocinar.

Este viene a ser, descrita con trazo grueso, el punto de partida del nuevo libro del estadounidense Michael Pollan, periodista, activista, bestia negra de las multinacionales de comida procesada y habitual entre los autores más vendedores de su país. Cookeddefiende que, hoy por hoy, no hay una forma más directa de transformar tu vida y de cambiar el mundo que volviendo a la cocina, ese lugar que poco a poco vamos abandonando al dejar nuestra alimentación en manos de la gran industria o de los profesionales de la restauración. Cada vez que decidimos preparar algo en casa con materias primas frescas en vez de llamar a Telepizza o freír unas croquetas de Findus, estamos tomando una decisión política y remando contra la corriente de un sistema que busca justo lo contrario: quitarnos lo poco que nos quedaba de la producción de comida y convertirnos en meros consumidores.
"Cocinar es una protesta contra la infiltración de intereses comerciales por cada rendija de nuestras vidas", afirma Pollan en la introducción del libro. "Cocinar por el puro placer de hacerlo y dedicar parte de nuestro tiempo de ocio a ello es declarar nuestra independencia de las corporaciones que buscan convertir cada momento en una ocasión para consumir. Es rechazar la debilitadora idea de que, al menos cuando estamos en casa, producir es un trabajo que debemos dejar a otros, y de que la única forma legítima de ocio es el consumo. Esa dependencia que los vendedores llaman 'libertad". Traducido: no lo sabías, pero en 2013, tu gazpacho casero, tus verduras a la plancha y tu pollo al ajillo son revolucionarios.
Pollan explica que la cocina ha sido una actividad crucial para el hombre: su aparición significa el inicio de la cultura y la ruptura definitiva con nuestro pasado animal. La cocina nos hace humanos. ¿Por qué entonces la estamos abandonando? Porque dejar que otros produzcan nuestra comida tuvo su lado bueno -la mujer abandonó el hogar y pudo vivir en igualdad con los hombres-, y lo sigue teniendo, ya que nos permite disponer de más tiempo libre. Siempre nos costará menos preparar una sopa de sobre que una sopa de verdad.
Sin embargo, los costes de esta evolución son altos. Primero, para la salud: la comida industrial procesada tiene más azúcar, más grasas, más sal y más aditivos para alargar su vida útil. Pollan cita un estudio de la Universidad de Harvard que relaciona directamente el abandono de la cocina casera con el aumento de la obesidad en Estados Unidos, y emparenta la processed food con el aumento de un buen número de enfermedades. ¿Que piensas que esto sólo ocurre en Gringolandia? Pues te equivocas: en España aún se cocina más y se come más sano, pero los datos más recientes demuestran que vamos de cabeza hacia el modelo americano, con tasas de gordura infantil escalofriantes y unabandono generalizado de la dieta mediterránea.